Historia
El 1º de junio de 1921, nacía en San Carlos, a la luz de la cultura popular, este instituto que hoy vemos florecer, extendiendo su radio de acción más allá de los estrechos límites de nuestra ciudad.-
Fue bautizado con el nombre: "COLEGIO CAROLINO DE ENSEÑANZA SECUNDARIA".
Dirigía los destinos del Colegio Carolino una Comisión de Fomento, así integrada: Luis Mª. Maurente, Presidente; Félix Núñez, Strio.; Antonio Seoane, Tro.; Narciso Borges y Valentín Rodríguez, Vocales.-
La Biblioteca Municipal de S.Carlos abrió sus puertas, cedió su local, su larga mesa y sus sillas, para el diario dialogar entre profesores y alumnos, capacitados e inexpertos a la vez, en la tarea, unos, pero generosos y soñadores; sedientos y soñadores los otros, plenos de promisoria juventud, firmes en su voluntad de sortear la prueba.-
Fue su primer Directos el Dr. Nuble González Olaza, quién ese año trabajó con optimismo y desinterés, del cual consérvase como célebre, su frase pronunciada el 31 de mayo en reunión de la Comisión gestora: "Con una tiza y un pizarrón, mañana se abre el Colegio Carolino".
Fue su primer Secretario (Bedel, se le denominaba entonces), el Sr. Antonio L.Fernández, cuya acción en años de dificultades fue muy generosa, el que continuó actuando hasta 1951, año en que se acogió a los beneficios jubilatorios, siendo sustituido por la eficiente secretaria, Sra. Brenda Vicente de Páez.-
En Diciembre de 1921 trasladábase nuestro puñado de jóvenes a Maldonado a fin de rendir sus exámenes libres en el Liceo oficial de esta capital.-
Los años 2º y 3º de su vida. dirigió el Colegio el Agrim. Carlos A. Furtado, se entregó de lleno a la magnífica obra rodeada entonces de muy fragosas dificultades, hasta que su traslado a Montevideo le obligó a abandonarla.-
Bajo el timón del Farm. Juan Surroca Quartino, se logra la habilitación del Colegio por el Consejo de Enseñanza Secundaria en los cuatro cursos, el 9 de febrero de 1928; y la oficialización, es decir, la estabilización de la Casa que su más pujante propulsor veía, jubiloso, comenzar a vivir por medios propios, en octubre del mismo año. Pasa a denominarse " LICEO DE ENSEÑANZA SECUNDARIA DE SAN CARLOS".-
En 1938, ante el fallecimiento del Director Don Juan, le suceden una era de cambios de directores que cumplen breves etapas: Prof. Orosmán Curbelo Cal; luego el efectivo Director Prof. Arturo Moré; por licencia de éste, nuevamente el Prof. Curbelo hasta el nombramiento efectivo del Profesor James García Austt, en 1942; por su traslado en 1943, el cargo es llenado interinamente por el Prof. Juan A. Rizzo, hasta el nombramiento efectivo del Agrim. Prof. Enrique Fajardo.-
Es durante esta última dirección que se produce el traslado del Liceo al moderno y cómodo edificio, propiedad de Secundaria luego de deambular durante veintisiete años por muchos inadecuados locales; y de aquí, definitivamente, al propio, hermosa realidad edilicia.-
En marzo de 1950 asume interinamente la Prof. Mª. Amelia Cal Núñez de Cabrera. El 2 de mayo, constituye un hecho saliente en los anales históricos del Liceo, la iniciación de los cursos Preparatorios en: Ciencias Económicas, Abogacía, Notariado, Ingeniería, Medicina y Farmacia, 1er.curso.- Nueva etapa de lucha y victoria para el "Liceo de E. S. y Preparatoria de San Carlos".-
El 10 de junio de 1950, toma posesión de la dirección, con carácter de efectividad el Prof. Walter H. Schettini. Es durante su dirección y con el apoyo de la Asociación Amigos del Liceo, de colaboración popular, es que se hace la ampliación del edificio (en 2ª y 3ª etapas, aulas y Salón Biblioteca); se adquieren importantes piezas para el Museo de H. Natural; se acrecientan materiales para Física y Química; se adquieren además equipo de cine, mimeógrafo, grabador, modernos útiles que significan camino más fácil para el mejor aprovechamiento de la enseñanza.-
Se construye la cancha de Basquet-Ball con iluminación, que, al permitir intercambiar actividades deportivas, enseña también la rectitud de procederes tanto en la victoria como en la derrota, persiguiendo la educación integral del adolescente.-
Se adquiere el magnífico piano Gothriam Steimweg, excepcional, considerado verdadera joya musical por los grandes talentos que en él han despertado su matizada y singular musicalidad.-
En 1951, la creación del Semi-Internado ha hecho posible la extensión de la enseñanza en sus dos ciclos, a regiones de la campaña donde hubieránse malogrado valores descubiertos y encauzados en el Liceo, en sus jóvenes alumnos.-
Traslado a Montevideo el Director Schettini y tras un interinato de la Prof. Cal de Cabrera, toma posesión efectiva de la Dirección de Liceo el Farm. Prof. Camilo A. Corbo, el 1º de agosto de 1953.-
El 25 de agosto de 1955, se inaugura la Radio-emisora CW 46 C, servicio oficial de Liceo, cuyo montaje débese, en gran parte, a la valiosísima colaboración del Cap. Mario Ferreira; de esta nueva forma, el Liceo, siempre a la vanguardia, cumpliendo alto destino, tiende sus alas al aire en honrosa y patriótica expresión de elevación cultural.-
En el aspecto edilicio, en 1955 comienza nueva etapa de construcción, ampliándose en nuevas aulas, cómodo salón cocina-comedor para internos, vestuarios y gabinetes higiénicos, terminación y alhajamiento del hermoso Salón de Actos, embaldosado y enjardinado del patio principal.-
Y finalmente, vencidas múltiples dificultades en una etapa breve para el valor de la obra, se da fin al ambiente e instalación de un Telescopio, magnífico ecuatorial considerado el segundo en el Uruguay, por su potencia y delicada precisión, observatorio astronómico que es inaugurado el 6 de Agosto de 1960, que, de entonces acá, ha permitido muy ilustrativas observaciones al alumnado de años superiores.-
En marzo de 1961 la inscripción de alumnos alcanza a 600, 1º y 2º ciclos. El 4 de abril, trasladado el Director Prof.Corbo, queda encargado de la Dirección, el Prof. C.Iriondo Garino, quien en octubre presenta renuncia, siendo sustituido por el Prof. Dr. Bernardo Curbelo Silva.-
En agosto de 1962 toma la dirección, con efectividad, el Prof. Joaquín Pau, en cuyo desempeño desarrolla amplia acción de difusión cultural. Durante su período, en 1963, tiene lugar un hecho trascendente, la creación de los cursos nocturnos que, permite a hombres y mujeres, jovenes y maduros, que durante la jornada diaria deben desarrollar tarea remunerada, tienen por estos cursos la posibilidad de ampliar su cultura para mejorar su standar de vida, o para sentir el placer de realizar algo que puede ser vocacional.-
En el mismo año, por colaboración material de algunos profesores, se adquiere un equipo de imprenta, de alto valor para la obra educativa del instituto.- Se suceden aporte de la valiosa discoteca que perteneciera al vecino - holandes de orígen - Christian Van Balen, fallecido en el lugar, donación de sus familiares por intermedio del escribano José Mª. Domínguez, para el Liceo que aquel ilustrado hombre visitara con tanta simpatía, comprendiendo su obra.-
En 1964 se crean los Cursos Preparatorios dentro del Nocturno.-
En 1965 se comienza la aplicación del Plan Piloto, Plan 63, denominándose desde entonces: "LICEO PILOTO DE SAN CARLOS", marcando un sensible aumento de la población estudiantil.-
En 1966 - por enfermedad del titular - ocupa la dirección el Prof. Dr. Celedonio Iriondo Garino, y, luego, a causa de su renuncia, la Prof. Beatriz Larriera de Sciandro.-
En 1967, el Prof. Pau retoma la dirección, hasta que su traslado a Montevideo en el mes de julio, determina que el día 27, sea encargada de la misma la Prof. Blanca Vicente de Larrosa.-
En 1968, se inaugura el Laboratorio de Química, equipado de acuerdo a las exigencias del Plan 63, y enriquecido con un valioso instrumental donado al Liceo por la "Alianza para el Progreso".-
En 1969 el Prof. Heraclio Pérez Ubici es encargado de la Dirección de los Cursos Nocturnos.-
En 1970, por iniciativa de la Encargada de la Dirección, Prof. B. Vicente de Larrosa se reune la "Asociación de Padres y Amigos del Liceo" (APAL), para tratar acerca de la posibilidad de construir 5 aulas, cuya necesidad se hace imperiosa, dados el crecimiento de la población liceal y la creación del 6º año del Plan Piloto (2º ciclo).-
En Enero de 1971, la Prof. Vicente de Larrosa, es designada Directora efectiva del Liceo Piloto de San Carlos en razón de sus méritos. Llega así a ocupar ese alto cargo, una ex-alumna del instituto ingresada a él en 1925, etapa aún del Colegio Carolino de E. Secundaria.-
En el correr de ese año se creó el Taller de Artes Plásticas y el Departamento de Ciencias Naturales. Se inicia la formación de una Biblioteca especial para los cursos de 6º año, aparte de otras para distintos cursos de Idioma Español ya existentes, con un volúmen que supera las 30024 unidades.-
En ese mismo año se repara la Radio-emisora y la imprenta, por técnicos especializados que, siendo el año del Cincuentenario del Liceo, vuelven a lanzar, a los cuatro vientos, su proclama de cultura.-
|
Mural en la entrada del liceo, éste indica fechas importantes de nuestra historia. |
Documento extraído de la biblioteca
El liceo de San Carlos:
Cuando se trata de la
ciudad de San Carlos, corresponde dedicar especial consideración a su liceo de
Enseñanza Secundaria, no sólo porque es la más importante entidad educativa y
cultural de la zona sino sobre todo porque es la más auténtica expresión de la
perseverante acción de su pueblo por superarse.
Desde
sus orígenes, el liceo de San Carlos tiene una esencia popular que el
transcurso del tiempo y sus progresos no han hecho sino confirmar.
La
ley de creación de los liceos departamentales de 1912 no comprendía a ciudades
como San Carlos que, no obstante ser demográficamente tanto o más importante
que la respectiva capital departamental (e incluso tener mayor radio de
influencia), no tenían calidad de tales.
La
Ley sólo preveía la creación de dieciocho liceos a instalarse en las capitales
departamentales del interior. Ello importaba que, luego de instalado el Liceo
Departamental con sede en Maldonado, sólo muy pocos carolinos podían cursar en
él, ya que, no obstante la poca distancia que separaba a ambas poblaciones, era
imprescindible pasar a radicarse en aquélla para hacer los cursos liceales, lo
que resultaba posible a muy pocos. Desde ese momento (seguramente más que nada
por legítimo celo localista frente a la ventaja que la incorporación del liceo
significaba para la vecina y fraternal rival en la competencia por la preeminencia
regional), en San Carlos fue incubándose la aspiración de contar con liceo
propio. Tal aspiración, ya en el umbral de la tercera década, había alcanzado
el grado de convicción colectiva suficiente en cuanto a su necesidad real, como
para que su concreción se lograra a despecho de la indiferencia oficial.
Fue
así como, el 1º de junio de 1921 –merced al decidido impulso de un grupo de
vecinos– quedó instalado lo que originariamente se llamó Colegio Carolino de
Enseñanza Secundaria. Comenzó su funcionamiento con 22 alumnos en la Biblioteca
del Concejo Auxiliar de San Carlos. Era administrado por una comisión
Honoraria, cuyo primer presidente fue Luis María Maurente –espíritu inquieto y
de iniciativa en asuntos de interés colectivo, al que la justicia póstuma del nomenclátor
hasta ahora le ha negado honor que en cambio ha brindado (con creces, según el
juicio imparcial de la historia lugareña) a su tío y padre político cuyo nombre
lleva – ¡irónica injusticia!– la calle que pasa por la puerta del liceo. Su primer
director fue el polifacético y discutido hombre público y político Dr. Nuble
González Olaza. El presupuesto del “Colegio de Enseñanza Secundaria” se cubría
con el aporte –mediante suscripción mensual– del vecindario, más una subvención
municipal mensual de cincuenta pesos los dos primeros años, cien los dos
subsiguientes y doscientos cincuenta durante los dos últimos años de su
existencia como instituto privado popular.
Fue
su secretario desde entonces, hasta que se retirara para acogerse a la jubilación
en 1950, el también desaparecido don Antonio L. Fernández, otro carolino que
aportó su esfuerzo y capacidad de trabajo a todo lo que en el San Carlos de su
tiempo tuvo carácter progresista.
En
1928 el Colegio Carolino fue habilitado primero y luego –en octubre– fue
oficializado con carácter de liceo de Enseñanza Secundaria. Su equipamiento de
material docente estuvo otra vez a cargo de la contribución popular, adquiriéndose
con recursos que en su mayor parte aportó la población, la biblioteca, el
laboratorio de química, gabinete de física, material didáctico de historia
natural, etc. Era entonces director del Colegio Carolino –y siguió siéndolo del
liceo hasta su fallecimiento 1938– el farmacéutico don Juan Surroca Quartino,
fino y cultivado espíritu cuya acción al frente del instituto fue de
fundamental importancia para su desarrollo.
En
los dos primeros decenios de su vida oficial, el liceo padeció las peripecias
de la falta de local; en el lapso transcurrido desde su instalación en la sede
municipal –de donde ya se había mudado cuando su oficialización– hasta que se
instaló en local propio (1948), ocupó cinco locales distintos, por lo cual sólo
excepcionalmente alguna promoción completó el ciclo de los cuatro años en el
mismo local en que lo había iniciado. Desde luego que todos esos locales
carecían de las comodidades elementales para el fin a que se los afectaba. Año
a año se vivía bajo la incertidumbre de hasta cuándo se podría seguir en el
local en que se estaba, para dónde habría que trasladarse y acerca de cuándo el
gobierno nacional dotaría de edificio propio a un establecimiento que por su
incesante crecimiento y expansión de su influencia educaciones demostraba cada
vez más ser merecedor del mismo. Por fin, en uno de los planes de obras de la
década de los cuarenta, se previó la construcción del edificio para el liceo de
San Carlos, el que recién pudo ser ocupado en 1948, cuando ya hacía alrededor
de dos años que se encontraba prácticamente terminado, habiendo servido incluso
como depósito de trigo antes de su habilitación. Ya en su nuevo y propio edificio,
el liceo de San Carlos inició el camino de superación que hasta entonces,
fundamentalmente por aquella carencia, no había podido emprender.
En
1950 se incorporan cursos de Preparatorios (lo que da mérito a la consiguiente
modificación de denominación y elevación de categoría. Vuelve entonces a tomar
participación en la actividad de su liceo la población carolina, formándose
otra vez una entidad popular del fomento: la Asociación de Amigos del Liceo,
que en todas las conquistas posteriores de éste ha sido factor fundamental. Al
comenzar los cursos de 1950 ocupaba interinamente la dirección del liceo la Prof.
María A. Cal de Cabrera, que había sido alumna fundadora y que hoy, después de
haberse jubilado, luego de haber cumplido una brillante y eficaz labor –ocupando
en varias oportunidades interinamente la dirección–, se ha reintegrado la
actividad docente.
En
1951 se establece un servicio de Comedor Estudiantil que posibilita el
establecimiento de un régimen de semi-integrado para los alumnos de zonas
rurales. Lamentablemente tan importante prestación se ha suspendido en gran
medida, aunque la cantina sigue funcionando. Entre 1950 y 1967 el liceo de San
Carlos tuvo tres directores efectivos: los profesores Walter Schettini
(VI/50-III/53), Camilo Corbo (VIII, 53-III/61), y Joaquín Pau (VII/62-VII/67),
bajo cuyas respectivas gestiones se incorporan al instituto las importantes
mejoras que lo han venido a colocar entre los mejor dotados del interior:
cuenta con equipo proyector de cine, piano de concierto (directamente importado
de Alemania y verdadera joya en su género, según los técnicos), mimeógrafo,
grabador, salón de actos, instalaciones de basquetbol y educación física, radio
emisora (CW46c.) y taller de imprenta. Todas esas mejoras han sido exclusiva o
principalmente logradas por el apoyo económico de la población carolina, a
través de la Comisión de Amigos, de colectas o actos de beneficio. Dicha
participación ha sido importante también en las construcciones posteriores a la
habilitación del edificio, tales como aulas y ornamentación, así como en el reequipamiento
de los gabinetes de física, química e historia natural.
Se
destaca por su labor material, técnica y didáctica, el observatorio
astronómico, que cuenta con un poderoso telescopio (6’’25, seis pulgadas y
cuarto de abertura y 2.600 m/m de distancia focal), incorporado al liceo
durante la dirección del profesor Corbo.
En
1965 el liceo de San Carlos fue incorporado a los experimentales o pilotos del
Plan 1963 merced al empeño que en la consecución de ello puso el entonces
director, profesor Pau, a cuya eficaz gestión se debe también el funcionamiento
de cursos nocturnos.
Desde
el traslado de dicho director fue designada encargada de la dirección la
profesora Blanca Vicente de Larrosa, cuya eficaz gestión logró que, al
cumplirse los cinco años de funcionamiento del Plan 63, el año pasado, se
habilitara al liceo para los cursos de 6º año, que corresponden al tercer nivel
de dicho Plan y en sustitución de los Preparatorios, que se iniciaron en 1970.
Actualmente
el liceo cuenta con una población estudiantil de mil ciento cuarenta y siete
alumnos distribuidos así: 439 en el turno de la mañana (cinco grupos de 4º año,
cinco de 50, tres de 60 y los correspondientes a los dos años de Preparatorios
del Plan 41 que aún se dictan parcialmente); 519 en el turno vespertino (5
grupos de primero, cinco grupos de segundo, y seis de tercero), y 189 en los
cursos nocturnos (cuatro años del primer nivel y dos de Preparatorios del Plan
41, aplicándose en aquéllos el programa especial de 1968).
Esa
población estudiantil, proviene en importante porcentaje de otras localidades
tales como Pan de Azúcar, La Sierra, Piriápolis (en los cursos de Preparatorios)
Garzón, Los Ceibos, Mataojo, José Ignacio, Abra de Perdomo, etc.
El
número de salones ya resulta insuficiente, especialmente si se tiene en cuenta
que el aumento natural del alumnado no podrá ser atendido mediante la creación
de nuevos turnos, porque los existentes absorben todo el horario lectivo. Desde
hace dos años se vienen utilizando con carácter de emergencia, para dictar
clases la biblioteca y el salón de actos, además de emplearse para clases de
asignaturas diversas a las que están destinadas las aulas de Química y el
Observatorio Astronómico.
Continuando
lo que ha sido característica de anteriores directores, la actual dirección ha
prestado atención especial a la función de extensión cultural en el medio, mediante
la realización en el salón de actos de espectáculos artísticos y actos
científicos de alto nivel, con carácter popular y gratuito.
Un
hecho ensombrece la fecunda acción social y cultural del liceo de San Carlos en
su medio: su profesorado carece de la organización que le permita, no sólo
adoptar posiciones definidas en problemas relativos a la enseñanza sino también
orientar a padres, alumnos y población en general, en épocas en que no puede
pretenderse que San Carlos sea un oasis al que no afecta la grave problemática
nacional. Esa carencia, análoga a la que se padece en el sector de
profesionales universitarios es un factor de quietismo y conformismo de la
sociedad carolina que no condice ni con la realidad de la hora, ni con los más
honrosos antecedentes de su bicentenaria población.